miércoles, 21 de mayo de 2014

CONTAMINACIÓN URBANA: ''CONTAMINACIÓN HUMANA''

A partir de la denominada Sociedad Industrial (siglo XVIII-actualidad), la humanidad ha ido evolucionando y mejorando progresivamente su calidad de vida. Se han resuelto las necesidades energéticas mediante la combustión de madera, de carbón y, posteriormente, con el uso del petróleo. Pero todo ello a costa de un gran aumento del impacto ambiental a nivel mundial, concentrado especialmente en las grandes ciudades. Esto ha provocado la llamada ‘Crisis Ambiental’, en la que destacan los siguientes problemas:
-Crecimiento exponencial de la población y concentración en grandes ciudades.
      -Consumo de recursos por encima de la capacidad de renovación.
      -Contaminación del aire.
      -Aumento de la concentración de gases con efecto invernadero que producen el cambio climático.
      -Destrucción de suelos, bosques, y pérdida de biodiversidad.
      -Deterioro de recursos renovables como el agua o la pesca.
      -Aumento de las diferencias entre países ricos y pobres.
      -Agravamiento de los riesgos naturales.

Los residuos no minerales son aquellos que se generan tanto en los hogares como en la industria y también los que son consecuencia de la producción y el consumo, ya sean productos peligrosos o no. Tiene en cuenta sectores como la agricultura, la pesca, la electricidad, la construcción y la gestión de residuos, entre otros.

Las grandes acumulaciones de residuos y de basura son un problema cada día mayor, originadas por las grandes aglomeraciones de población en las ciudades industrializadas o que están en proceso de urbanización. 
La basura es acumulada mayormente en vertederos, pero muchas veces es arrastrada por el viento o ríos y se dispersa por la superficie de la tierra y algunas veces llega hasta el océano.
Esto ha producido la proliferación de insectos, roedores y microorganismos patógenos, trayendo como consecuencia enfermedades para el hombre como la peste. Un mal sistema de gestión de las basuras, producirá un deterioro y depreciación del entorno debido a la contaminación del aire, del agua y del suelo.

La forma más sencilla para librarnos de la basura es quemarla, sin embargo, no es recomendable porque se contamina el ambiente con el humo y se producen olores muy desagradables. La mayoría de los incineradores que se usan para producir energía eléctrica son de combustión en masa, que queman basura mezclada, sin separar materiales peligrosos como acumuladores o baterías de automóviles y materiales no combustibles que pueden interferir con las condiciones de combustión y provocar gran contaminación atmosférica.
Los ambientalistas se oponen a que se dependa del uso de incineradores porque anima a la gente a continuar arrojando papeles, plásticos y otros materiales que se pueden quemar, en lugar de buscar maneras de conservar, reciclar y reusar esos recursos, y reducir la producción de desechos. 

El procedimiento es el siguiente:
-La basura se comprime de alguna manera, a fin de ahorrar espacio y costos de transportación.
-Los desechos comprimidos se llevan a un lugar más o menos alejado de la ciudad, en donde se tiran, aprovechando generalmente algún hueco del terreno.
-La basura permanece ahí hasta que se degrada o el viento la esparce en los alrededores.


En la zona escogida como basurero desaparecen las plantas; el viento arrastra a la atmósfera la basura junto con los microbios que esta genera y los malos olores, contaminando poco a poco el suelo.
Además, son criaderos naturales de ratas, moscas y otros insectos perjudiciales para la salud.

Otra manera consiste en depositarla en los tiraderos al aire libre, que constituyen el sistema más usual entre nosotros para resolver el problema de la basura.

Sólo la Comunidad de Madrid produce 1.460.000 toneladas de basura al año. Según una encuesta realizada por Eurostat, cada español generó 464 kilos de basura en 2012, cifra que se sitúa ligeramente por debajo de la media comunitaria de 492 kilos. De esta cantidad, sólo el 17% se recicló, mientras que el 10% se convirtió en compost y el 10% se incineró. El 63% restante de los residuos urbanos se depositó en vertederos.


En nuestra ciudad, el Puerto de la Cruz, hemos podido comprobar la existencia de residuos en plena calle. Este lugar se caracteriza por ser uno de los sitios más visitados anualmente por millones de turistas en Canarias. Pero cada vez más nuestro municipio se ve afectado por el consumo excesivo de sus habitantes, así como la falta de servicios de reciclado.

Un ejemplo de ello es la Depuradora de agua situada en Punta Brava, la cual ha recibido muchas denuncias y quejas por el impacto ambiental y paisajístico que esta genera sobre las costas del Puerto de la Cruz.

Así mismo el Lago Martiánez, caracterizado por ser uno de los lugares de ocio más reconocidos del municipio, genera grandes cantidades de residuos (originados por los aseos, duchas y otros servicios…) que diariamente son vertidos a la playa de Martiánez.

Por otro lado, las numerosas construcciones y obras que se han hecho en  las últimas décadas, han afectado considerablemente al paisaje. Es ejemplo de ello la enorme cantidad de antenas instaladas por la ciudad, las casas y edificios edificados en el mismo litoral de la costa de Punta Brava, etc.


También podemos apreciar la gran cantidad de tráfico que se genera diariamente, lo cual supone una gran contaminación del aire y ambiente de esta zona costera. Todo ello trae como consecuencias el descenso de turismo, de lo cual lleva viviendo el municipio durante décadas. 

Como solución, se plantean diferentes métodos de reducción del consumo, reciclaje y reutilización de residuos urbanos. Pero para que estas acciones medioambientales se lleven a cabo, será necesaria la educación ecológica de las futuras generaciones, pues sufrirán nuestra forma de vida contaminante actual.



 

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